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Abril-Mayo de 2007 | ||||
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El señor de la danza El movimiento ocurre en el tiempo y aún un solo movimiento puede llevar fuera del tiempo; una unidad de miembros, manos y pies en iluminado movimiento, una danza de consciencia en la perfecta quietud que solo la presencia crea. Las escuelas cultivan el movimiento físico para abrir la puerta entre lo mecánico y lo divino, utilizando la danza ritual, los ejercicios con movimientos controlados y el control supremo de la danza artística para promover la consciencia mediante el movimiento y, aunque esta no sea la única respuesta al perseguir el desarrollo de sí, es una de las más prácticas. Gurdjieff enseñó el movimiento como medio para el despertar y observó que “un hombre puede querer estudiar sus movimientos, puede querer observar cómo camina. Pero nunca tendrá éxito en hacerlo por más que un momento si continúa caminando de la manera habitual.” Su observación da iniciativa; uno nota que la mayor parte del movimiento no tiene particular propósito, por ejemplo: las expresiones faciales y los gestos con las manos durante una conversación. Para cada palabra hay un gesto, para cada pensamiento un movimiento automáticamente expresado sin necesidad ni gracia. Tras algún estudio de sí, uno ve un catálogo completo de expresiones y poses, muchas de ellas dándose importancia a sí mismo. Aún así, el propósito no es eliminar el movimiento innecesario ya que esto no parecería natural y atraería aún más atención. No es negación de sí lo que uno quiere lograr, sino consciencia de sí. El propósito es el movimiento consciente, cualquiera sea el movimiento. Si uno asiente automáticamente con la cabeza mientras otra persona habla, entonces, uno refrenará el movimiento hasta que, con el tiempo, tenga control de él. Mediante iniciativas de esta clase, los participantes de una escuela usan el movimiento como vehículo para la presencia. Con el tiempo el movimiento se vuelve un servidor de los Centros Superiores, representando un ballet viviente hasta el umbral de la vida consciente, donde la Amada danza todo el tiempo.
Pensamientos relacionados Las Mil y Una Noches: Cuando se ponía de pie para orar, que se ubicaba frente a él y, haciendo mímica de sus movimientos, lo distraía de su oración. Hafiz: Tu respiración es un reloj sagrado, querido; ¿por qué no usarlo para llevar el tiempo con el Nombre de Dios? No dejes que tus preciosos movimientos queden en la nada. Shams: Los movimientos o la danza de un santo son ligeros y gentiles. Las Mil y Una Noches: Mi amada danza, poniendo un pie tras otro. Confucio: Nunca le des una espada a un hombre que no pueda danzar. Evangelios Gnósticos, Hechos de Juan: Quien no dance, no sabe lo que ocurre; Amén. Lalla: Danza, Lalla, con nada más que el aire. Canta Lalla, vistiendo el cielo. ¡Mira este día brillante! ¿Qué ropas serían más bellas, o más sagradas? Rumi: Venid, compañeros; preparaos para la danza en el otro mundo.
Abu Said: El sufi danza en éxtasis para encontrar un camino a la Amada. |
El dios Shiva danzando en el umbral del Ser, mostrando gracia infinita y economía de movimientos mientras aplasta al ser inferior. Eventos venideros
Gira esotérica del Museo Metropolitano, New York, Estados Unidos de América.
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